La película El amanecer del Planeta de los Simios está ahora en nuestros cines y en ella podemos comprobar una vez más hasta donde puede llegar la tecnología dentro del mundo del cine. Uno de los actores principales de esta producción está prácticamente oculto a nuestros ojos tras la imagen de un primate. Andy Serkis le da sus movimientos y su voz a César, pero es cuando entra en juego el equipo de efectos digitales cuando el personaje cobra toda su dimensionalidad.
Andy Serkis durante el rodaje de 'El amanecer del Planeta de los Simios' |
Hace unas semanas hubo una polémica por unas declaraciones de Andy Serkis hablando lo poco valorados que están los actores que se dedican a la actuación digital diciendo que todo el mérito se lo llevan los artistas digitales "cuando sin el trabajo base del actor no tendrían nada que hacer". Esto es cierto y no lo es. Es verdad que durante años se ha animado a personajes sin la necesidad de que un actor recreara antes su movimiento, pero es cuando los actores han entrado en juego cuando los movimientos de estos personajes digitales han avanzado de tal manera que cuesta diferenciar realidad de efecto digital en algunas ocasiones. Pero también es cierto que por muy buen trabajo que haga el actor, si no hay un buen equipo técnico detrás el personaje igualmente se quedaría flojo. Es el equipo técnico el que debe diseñar y dar realismo a esa figura digital que luego adoptará y sustituirá al actor.
Los personajes digitales basados en movimientos de actores empezaron en el mundo de los videojuegos donde todo es virtual. Tener ya capturados unos movimientos específicos ayuda mucho al artista digital que tiene así adelantado parte del trabajo. Pero en el mundo del cine se ha ido un paso más allá y no sólo se captura el trabajo corporal, si no que además se intenta buscar que cada una de las expresiones faciales queden reflejadas en el personaje final. A la hora de animar y crear ese personaje es el actor el que ha decidido que movimientos son los necesarios y cómo habla e interactúa con los demás. Ya no es una creación simplemente digital a la que de forma posterior un actor le pondrá la voz.
Está claro que Andy Serkis es el visionario de esta técnica de actuación. Su Gollum/Smeagol de El Señor de los Anillos fue el primer personaje 100% digital incorporado a una película con actores reales en la que el actor digital interacionó en todo momento con dichos actores. Sí, Jar Jar Binks de Star Wars: La amenaza fantasma fue anterior, pero en él se utilizaron las técnicas de videojuego de captura corporal y no facial, técnicas que ya habían aparecido en otras películas antes también. En el caso de Gollum/Smeagol puede entreverse el trabajo de Serkis y todo gracias al avance en las técnicas de captura de movimiento. Gracias a multitud de puntos de captura situados en la cara y cuerpo del actor el ordenador es capaz de registrar hasta el más mínimo cambio. En este nuevo tipo de interacción entre actor y artista digital, el personaje cobra mucho más sentimiento porque hay un actor interpretando ese papel debajo de los píxeles.
Benedict Cumberbatch dando vida a Smaug |
Así nació Gollum, King Kong, el Capitán Haddock y César, todos de la mano de Serkis. Pero no es el único. Todo el elenco de Las Aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio, fue creado combinando el trabajo de actores y efectos de animación. El nuevo Hulk de Los Vengadores está basado en Mark Ruffalo que también tuvo que ponerse el traje de licra. Benedict Cumberbatch, aunque todavía hay mucha gente que sigue sin saberlo, no sólo le pone su voz a Smaug en El Hobbit, si no que le presta movimientos tanto faciales como corporales. Los giros de cabeza del dragón, su ceño o su forma de mirar son obra del actor británico. Trabajo que, obviamente, estuvo acompañado por los grandes artistas de Weta Digital que durante un año buscaron la mejor forma de crear de la manera más realista a la mítica criatura. Similar fue el trabajo de los actores de Avatar, donde era fácil reconocer el rostro de Sigourney Weaver en su versión de habitante de Pandora.
A día de hoy estos personajes siguen siendo considerados efectos especiales digitales. El equipo técnico puede ganar premios, pero no hay ninguna categoría que comprenda el trabajo del actor. Todavía se le equipara a un simple trabajo de doblaje de voz cuando es mucho más.
Tal vez aquí se encuentre parte del futuro del mundo de la actuación. El hecho de poder crear personajes gracias a un ordenador puede hacer que historias que hasta ahora no podían contarse empiecen a cobrar vida. No digo que la actuación tradicional vaya a desaparecer, eso es imposible, lleva siglos en nuestras vidas y continuará otros tantos. Me refiero al hecho de que, como todo, la interpretación ha encontrado un modo de evolucionar. ¿Quién dice que en unos años no se creará el premio al mejor protagonista virtual? Y digo protagonista y no actor porque creo que debería ser un premio compartido entre actor y equipo técnico.
Hasta que llegue ese momento podemos seguir disfrutando del trabajo de Andy Serkis en El amanecer del Planeta de los Simios, aunque sea triste que aquí en España debido al doblaje no podamos ni tan siquiera oír su voz.
¿Creéis vosotros que los actores digitales se merecen un mayor reconocimiento?
¿Creéis vosotros que los actores digitales se merecen un mayor reconocimiento?
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