Año: 2013
Duración: 2 temporadas 9 episodios de 60 minutos
Creador: Dominic Mitchell
Cadena: BBC
Reparto: Emily Bevan, Harriet Cains, Steve Cooper, Kenneth Cranham, Marie Critchley, Juliet Ellis, Steve Evets, Steve Garti, Karen Henthorn, Sandra Huggett, Luke Newberry, Riann Steele, Kevin Sutton, Gerard Thompson, Stephen Thompson, Ricky Tomlinson
Género: Drama - Zombie
Situada después de un brote de zombis en el ficticio pueblo de Roarton, el adolescente Kieren Walker es re-animado, junto con otros miles de personas muertas. Después de meses de rehabilitación y medicación, se considera que los zombies están listos para ser devueltos a sus hogares y familias.
Ante todo tengo que empezar esta reseña dando las gracias a Sandra, mi amiga que una y otra vez me reiteró que debía ver In The Flesh diciéndome que era más que una serie de zombies al uso. ¡Y vaya si tenía razón! Esta serie es antetodo un drama, sí con zombies, pero dramón al fin y al cabo. Es un estudio de nuestra sociedad, un espejo donde se miran miedos, rencores y problemas que nos encontramos todos los días a nuestro alrededor. Y tiene zombies, perdón, afectados por el Síndrome del Parcialmente Muerto.
Normalmente las películas y series de zombies que nos llegan hablan siempre del conflicto. Los muertos se han alzado de sus tumbas y atacan a los vivos mientras estos se defienden con cualquier arma que tengan a mano. Da igual que sea una película más de acción, drama o incluso comedia, como es el caso de Shaun of the Dead (Zombies Party). Lo que se nos muestra es el momento. Ya sea el inicio del ataque o meses o años dentro de la guerra. Tenemos a humanos supervivientes escondidos o agrupados en pequeñas colonias y zombies que van a por ellos. ¿Pero qué pasaría una vez acabe esa guerra?
Kieren antes de someterse al tratamiento |
Esto es lo que nos ofrece In The Flesh. La narración comienza con la vuelta a casa de Kieren Walker, un joven de 18 años fallecido hace 4 y que como muchos otros se levantó de su tumba. Por lo que nos cuentan The Rising (Alzamiento o Levantamiento) de los muertos ocurrió hace unos 3 años y durante la guerra entre humanos y zombies dos científicos crearon un compuesto químico, la Neurotriptilina, que permite que las neuronas y conexiones cerebrales de los zombies se regeneren, haciéndoles volver al estado anterior a su muerte aunque con algún que otro efecto secundario. De esta forma la guerra ya no ha sido contra muertos vivientes, si no contra enfermos no tratados del Sindrome del Parcialmente Muerto (SPM). El Gobierno se está encargando de capturar a todos estos enfermos, tratarles y reintegrarles en sus hogares.
Pero no todo es tan fácil. Estos enfermos no recuperan el color de su piel, ni de sus ojos, están obligados a llevar maquillaje y lentillas para pasar desapercibidos, no comen ni beben y si corazón sigue sin latir. Además la medicación es de por vida, o en este caso para siempre ya que no pueden morir a no ser que se ataque su cerebro, y si se olvidan de una dosis pueden volver al estado rabioso y atacar de nuevo.
Es en esta situación en la que Kieren vuelve a casa con sus padres y su hermana pequeña, pero en estos años han cambiado muchas cosas. No todos los vivos aceptan que los afectados por el SPM vuelvan, siguen sin fiarse de ellos llamándoles "podridos". Incluso los padres de Kieren, como buenos ingleses, aunque le aceptan es más bien ignorando al elefante en la habitación. Para nuestro protagonista las cosas tampoco son fáciles desde el punto de vista personal. La medicación le permite recordar y se siente ahogado por la culpa de todo lo que hizo mientras fue zombie, perdón, estaba sin tratar, y no acaba de aceptar que ahora esta es su vida.
La historia además se enclava en Roarton, una pequeña comunidad inglesa en mitad del campo. Una de las zonas más radicales contra los podridos y donde el Ejército de Voluntarios Humanos (EVH) cobró forma. Y donde os imaginaréis las cosas no van a ser nada fáciles, ya que a pesar de lo que diga el Gobierno, el EVH sigue todavía en funcionamiento allí.
Amy y Kieren |
Las dos temporadas de In The Flesh son bastante distintas en cuanto al tono se refiere. En la primera nos encontramos con el conflicto dentro de una comunidad pequeña, vemos como todo esto afecta a nivel familiar. Bill Macy y su hijo Rick son parte central de la trama. Vemos la negación, la hipocresía de la gente. Ese "mientras no lo mire a la cara no existe". En esta historia nadie es bueno, hay gente mala igual que hay afectados por el SPM malos. Aunque la balanza en algunos momentos se incline más por los enfermos. En la segunda temporada la historia se abre, aunque sigamos en Roarton ya vemos más el alcance a nivel país, han pasado unos meses y la situación se ha politizado, tanto en la vertiente humana como en la de los No-Muertos, como se llaman a sí mismos los zombies. Tanto unos como otros quieren lo mejor para sí mismos, hay movimientos extremistas, ataques terroristas... mucha gente sigue teniendo miedo a los podridos y los No-Muertos buscan no ser marginados. En esta segunda parte entran en escena Maxime por parte de los humanos y Simon por los No-Muertos.Cada cual con su agenda y sus motivaciones más o menos justificadas.
Ójala pudiera contaros más cosas de Bill, Rick, Maxime y Simon, pero a poco que os diga os spoilearé. Y mira que quiero contar cosas, sobre todo de Rick y Simon, de sus interacciones con Kieren y cómo éste es el catalizador para que inicien su nuevo camino y vean que no todo debe ocurrir como nos dicen, si no que somos nosotros los que tomamos nuestras decisiones.
Simon y Kieren |
El hecho de estar ambientada en Inglaterra y no en EE.UU. como todas las historias de zombies a las que estamos acostumbrados también juega mucho en su favor. Los ingleses siempre son más cercanos y realistas en su forma de tratar los aspectos visuales de sus producciones. No buscan tanto lo bonito, como lo auténtico. Las madres no parecen sacadas de revistas, los adolescentes no tienen sonrisas perfectas, con lo cual todo parece más creíble. Y esto es algo que, si habéis seguido mis reseñas, veréis que no me canso de decir en cuanto a las producciones inglesas frente a las americanas.
Cuesta creer que esta sea la primera serie de Dominic Mitchell, su trabajo, sin ser perfecto, es increíble. Todo lo que nos presenta está cuidadosamente entrelazado y según ha contado él mismo hay material para una tercera temporada, pero la BBC todavía no ha dicho nada al respecto y con el cierre de BBCThree, donde se emitía In The Flesh la cosa a día de hoy está en el aire. Incluso se ha iniciado una campaña vía el hastag #SaveInTheFlesh para que la serie se traslade a otra de las filiales de la BBC y siga adelante.
Creo que lo voy a ir dejando aquí porque me estaría horas hablando del aspecto social de In The Flesh y sus personajes, pero me parece que ya os ha quedado claro de que va la serie. La recomiendo, y mucho. Sí, es una serie de zombies, pero no tiene gore (bueno un poquito al principio) ni muertes ni persecuciones. Tiene drama y como no seáis capaces de soltar una lagrimilla al final de cada una de las temporadas es que vosotros sois los muertos y no Kieren, Amy o Simon.
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