Año: 1975
Duración: 90 minutos
Director: Terry Jones, Terry Gilliam
Productora: Columbia
Reparto: John Cleese, Michael Palin, Terry Jones, Terry Gilliam, Graham Chapman, Eric Idle, Carol Cleveland, Connie Booth, Neil Innes, Bee Duffell
Género: Comedia - Sátira - Fantasía
Hoy no os traigo una nueva película de estreno, sino que he decidido presentaros una de mis películas favoritas, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada. Ésta es esa película que cuando tengo un día de bajón me levanta los ánimos y no importa que me sepa los diálogos prácticamente de memoria, siempre hay un momento para volver a verla.
Valga decir de antemano que el humor de los Monty Python no es del agrado de todo el mundo, considerado por algunos demasiado británico, por otros demasiado absurdo o surrealista y por unos terceros como simplemente sin gracia. Hay que reconocer que este grupo de cómicos o te gustan o los detestas. Todos mis amigos en algún momento de nuestra amistad se han visto en la tesitura de tener que ver esta película conmigo y algunos todavía no me lo han perdonado.
Los Caballeros de la Mesa Cuadrada narra las aventuras de Arturo, rey de los Bretones, y cuatro de sus caballeros: Sir Bedevere, Sir Lancelot, Sir Robin y Sir Galahad, en la búsqueda encomendada por el mismísimo Dios del Santo Grial. La verdad es que poco se puede decir de esta película que no esté dicho ya. Me imagino que muchos habréis oido hablar de ella, si es que no la habéis visto ya. Es imposible mentar esta película y que no vengan a la mente imágenes de escenas míticas como el enfrentamiento de Arturo contra el Caballero Negro, el ataque del roedor más salvaje y asesino, el castillo de los franceses, el puente de la muerte, los aldeanos anarquistas, los Caballeros que dicen Ni, la Santa Granada... y podría simplemente listar toda la película por completo que seguro alguno de estos momentos os suenan. Y ya no hablemos de frases míticas dentro del mundo de la comedia salidas de esta película como cualquiera de los diálogos de las golondrinas, "¡Sólo es un rasguño!", "Pie Iesus Domine..." "Tres es el número que se contará y el número de la cuenta será tres", "¡Ni!" o "Eso son dos cocos".
Como todos los trabajos de los Monty Python en Los Caballeros de la Mesa Cuadrada no faltan las escenas de animación insertadas dentro de la imagen real a veces con sentido y otras veces no, así como sketches en los que derriban la cuarta pared de la ficción sin miramiento y la realidad entra a formar parte de la película, como en la escena del historiador. Tanto el principio de esta película como el final son muy conocidos dentro del mundo de la comedia. El primero por sus subtítulos absurdos sobre los alces que los sitúan como uno de los mejores títulos de entrada del cine y el segundo por la forma inesperada en la que se da cierre a la película, lo que nos confirma que no hay ni un sólo momento que los Monty Python dejarán al azar con un guión muy bien pensado.
Los Monty Python se dieron a conocer mundialmente con su Flying Circus, una serie de sketches cómicos que no tenían ninguna relación entre ellos. En cierto modo sus películas están pensadas de la misma manera, son un conjunto de escenas cómicas de muy diversa índole, pero al contrario que lo que ocurría en la serie televisiva, el guión de la película permite unir a todas las escenas dentro de una trama principal que les da coherencia.
Al igual que ocurriría en la posterior La vida de Brian, el papel protagonista de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada recae en Graham Chapman, que sólo da vida a Arturo y un par de pequeños secundarios, mientras que John Cleese, Michael Palin, Eric Idle y Terry Jones encarnan a los caballeros y a multitud de personajes que van encontrándose en el camino como monjes, aldeanos, príncipes y princesas, escuderos, magos, soldados... No hay papel al que no se enfrenten. Es muy divertido ver como, cuando se encuentran con un nuevo personaje, el caballero al que interpretaba el Python en cuestión de repente desaparece del plano o lleva casco para que no se le vea la cara. La dirección recae en Terry Jones y Terry Gilliam. Este último era el único americano del grupo (los demás se conocieron durante su época de universidad en Cambridge) y se encargó casi siempre de las tareas de dirección y animación dentro del grupo, aunque también se dejó ver delante de las cámaras en pequeños papeles de relleno en alguna ocasión como es el caso de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada.
Esta es una de esas películas que no importa que sea considerada mala por mucha gente, ya ha llegado a la categoría de película de culto, lo que le otorga un sitio de honor en la historia del cine. Es una de esas películas que no se debe dejar pasar la oportunidad de ver, sobretodo porque, como he dicho al principio, es seguro que a muchos os suenan alguna de las escenas de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, ya que han podido verse en otros muchos programas, series, documentales, Internet..., pero seguro que no os habéis sentado a verla entera.
Y eso es lo que ahora os recomiendo. Sentaros un día tranquilamente en casa y si ya habéis visto Los Caballeros de la Mesa Cuadrada volved a disfrutar de ella y si no, darle una oportunidad. Hasta que no la hayáis visto no sabréis si sois de los que se ríen con los Monty Python o de los que no les ven la gracia. Si sois de los segundos, lo siento, seguro que os acordaréis de mí durante los 90 minutos que dura la película.
Productora: Columbia
Reparto: John Cleese, Michael Palin, Terry Jones, Terry Gilliam, Graham Chapman, Eric Idle, Carol Cleveland, Connie Booth, Neil Innes, Bee Duffell
Género: Comedia - Sátira - Fantasía
Segunda película de los Monty Python, en la que abordan la historia del legendario rey Arturo y de sus caballeros que van a la búsqueda del Santo Grial.
Hoy no os traigo una nueva película de estreno, sino que he decidido presentaros una de mis películas favoritas, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada. Ésta es esa película que cuando tengo un día de bajón me levanta los ánimos y no importa que me sepa los diálogos prácticamente de memoria, siempre hay un momento para volver a verla.
Valga decir de antemano que el humor de los Monty Python no es del agrado de todo el mundo, considerado por algunos demasiado británico, por otros demasiado absurdo o surrealista y por unos terceros como simplemente sin gracia. Hay que reconocer que este grupo de cómicos o te gustan o los detestas. Todos mis amigos en algún momento de nuestra amistad se han visto en la tesitura de tener que ver esta película conmigo y algunos todavía no me lo han perdonado.
Arturo se encuentra con el Caballero Negro |
Como todos los trabajos de los Monty Python en Los Caballeros de la Mesa Cuadrada no faltan las escenas de animación insertadas dentro de la imagen real a veces con sentido y otras veces no, así como sketches en los que derriban la cuarta pared de la ficción sin miramiento y la realidad entra a formar parte de la película, como en la escena del historiador. Tanto el principio de esta película como el final son muy conocidos dentro del mundo de la comedia. El primero por sus subtítulos absurdos sobre los alces que los sitúan como uno de los mejores títulos de entrada del cine y el segundo por la forma inesperada en la que se da cierre a la película, lo que nos confirma que no hay ni un sólo momento que los Monty Python dejarán al azar con un guión muy bien pensado.
Los Monty Python se dieron a conocer mundialmente con su Flying Circus, una serie de sketches cómicos que no tenían ninguna relación entre ellos. En cierto modo sus películas están pensadas de la misma manera, son un conjunto de escenas cómicas de muy diversa índole, pero al contrario que lo que ocurría en la serie televisiva, el guión de la película permite unir a todas las escenas dentro de una trama principal que les da coherencia.
De izquierda a derecha: Eric Idle, Terry Jones, Graham Chapman, Michael Palin y John Cleese |
Al igual que ocurriría en la posterior La vida de Brian, el papel protagonista de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada recae en Graham Chapman, que sólo da vida a Arturo y un par de pequeños secundarios, mientras que John Cleese, Michael Palin, Eric Idle y Terry Jones encarnan a los caballeros y a multitud de personajes que van encontrándose en el camino como monjes, aldeanos, príncipes y princesas, escuderos, magos, soldados... No hay papel al que no se enfrenten. Es muy divertido ver como, cuando se encuentran con un nuevo personaje, el caballero al que interpretaba el Python en cuestión de repente desaparece del plano o lleva casco para que no se le vea la cara. La dirección recae en Terry Jones y Terry Gilliam. Este último era el único americano del grupo (los demás se conocieron durante su época de universidad en Cambridge) y se encargó casi siempre de las tareas de dirección y animación dentro del grupo, aunque también se dejó ver delante de las cámaras en pequeños papeles de relleno en alguna ocasión como es el caso de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada.
Esta es una de esas películas que no importa que sea considerada mala por mucha gente, ya ha llegado a la categoría de película de culto, lo que le otorga un sitio de honor en la historia del cine. Es una de esas películas que no se debe dejar pasar la oportunidad de ver, sobretodo porque, como he dicho al principio, es seguro que a muchos os suenan alguna de las escenas de Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, ya que han podido verse en otros muchos programas, series, documentales, Internet..., pero seguro que no os habéis sentado a verla entera.
Y eso es lo que ahora os recomiendo. Sentaros un día tranquilamente en casa y si ya habéis visto Los Caballeros de la Mesa Cuadrada volved a disfrutar de ella y si no, darle una oportunidad. Hasta que no la hayáis visto no sabréis si sois de los que se ríen con los Monty Python o de los que no les ven la gracia. Si sois de los segundos, lo siento, seguro que os acordaréis de mí durante los 90 minutos que dura la película.
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