Año: 2013
Duración: 6 episodios de 60 minutos
Creador: Steven Knight
Cadena: BBC
Reparto: Paul Anderson, Cillian Murphy, Iddo Goldberg, Helen McCrory, Sam Neill, Annabelle Wallis, Joe Cole, Alfie Evans-Meese, Jack Hartley, Kevin Metcalfe, Lee Bolton, Eric Campbell, Paul Chadwick, Ned Dennehy, Tony Pitts, Andy Nyman
Género: Drama - Mafia - Época
Ambientada en Birmingham en 1919, cuenta la historia de la familia Shelby y como el implacable y ambicioso Tommy Shelby controla la Peaky Blinders, la organización criminal y mafiosa más temible de la ciudad.
Peaky Blinders ha estado en mi lista de pendientes desde que se estrenó el año pasado. Lista que cada vez se hacía más grande y, por un motivo u otro, no ha sido hasta ahora, casi un año después de su estreno, cuando he podido verla y maravillarme con su fotografía, montaje e interpretación de su reparto. Una historia de mafiosos que nos lleva más allá de los simples crímenes y nos muestra también la otra cara de estas familias: su lealtad, su dolor y su forma de vida.
El peso de la historia recae sobre Tommy Shelby, interpretado magistralmente por Cillian Murphy en el que es uno de sus mejores trabajos. Su rostro impávido, la forma física de mostrar la fuerza de los Shelby, así como esos momentos en los que nos dejaba ver el dolor de Tommy son perfectos. Tommy es el segundo hermano de los Shelby, que tras volver de luchar en la I Guerra Mundial, al igual que sus otros dos hermanos, se hace cargo de llevar las riendas del negocio familiar: una casa de apuestas ilegal y algún que otro asunto de dudosa legalidad. Pero las miras de Tommy van mucho más allá y lo que él busca es hacerse con el negocio de las apuestas de caballos en toda la zona de Birmingham y alrededores.
Pero la guerra ha cambiado mucho a Tommy. El que antes era un joven alegre, ahora es un hombre taciturno, que sólo logra conciliar el sueño mediante el opio, y que no comparte nada con nadie. Ni siquiera con su tía Polly Shelby, matriarca del clan, una mujer fuerte que se hizo cargo del negocio los cuatro años que los hombres estuvieron en Francia en la guerra, y que ahora tira de los hilos desde la sombra. Polly está encarnada por Helen McCrory, a la que también hemos visto como Madame Kali en otro gran éxito de este año como es Penny Dreadful, y como a Narcisa Malfoy, en Harry Potter, otra mujer capaz de todo por los suyos.
La historia está contada de manera muy clara desde el punto de vista de los Shelby, ellos son unos mafiosos y criminales, pero en el fondo son los héroes de esta historia. Su enemigo, y némesis de Thomas, es el nuevo Inspector Jefe de la policía recién llegado de Belfast, Chester Campbell. Interpretado por Sam Neill, ya un conocido de todos por ese gran Doctor Alan Grant de Jurassic Park, el Inspector Campbell deberá ajustar los duros métodos policiales habituales en Irlanda a la mayor visibilidad en prensa de una ciudad tan cercana a Londres como Birmingham. Campbell ha sido destinado a la ciudad por el mismísimo Winston Churchill, quien en 1919 era aún un joven Secretario de Estado, para localizar el robo de unas armas que se teme acaben en manos de comunistas o del IRA.
Y es que en la época de entreguerras en las que nos sitúa Peaky Blinders, el Reino Unido sufría una gran convulsión social. La revolución industrial llevaba a la gente a agruparse en los núcleos de fábricas como Birmingham, donde muchos encontraban trabajo, pero otros malvivían como podían. También había otra revolución que había tenido lugar pocos años antes, la Revolución Rusa, en 1917, y el comunismo todavía seguía luchando con fuerza en Europa creando más de un quebradero de cabeza a los gobiernos. Por último, en el caso del Reino Unido fueron los años más fuertes de las luchas contra Irlanda que reclamaba su independencia, y los atentados del IRA se sucedían con gran frecuencia. Si a esto le sumamos hombres que habían vuelto de la I Guerra Mundial deprimidos y sin fuerzas, cambiados para siempre por la violencia vivida, familias destruidas, viudas, niños huérfanos, etc., tenemos el ambiente perfecto en el que las bandas de gángsters de los años 20 cobraron cada vez más fuerza, alimentadas de la desolación de esos tiempos.
Es en este caldo de cultivo social donde Steven Knight, creador de Peaky Blinders y guionista de los 6 episodios, sitúa a la familia Shelby, basada en las historias que le contaban sus padres de su infancia en Small Heath, en Birmingham, donde los Peaky Blinders realmente tuvieron su territorio durante los años 20. Esta banda de mafiosos debía su nombre a la costumbre de coser cuchillas a la visera de sus boinas de plato con las que luego golpeaban y cegaban a sus enemigos.
Además de la interpretación de los personajes, los puntos fuertes de Peaky Blinders son su escenografía, su montaje, fotografía y música. La ambientación del Birmingham de los años 20 está realmente lograda, el vestuario, los horribles cortes de pelo de los hombres, las calles y el ambiente gris y sucio de una ciudad industrial de principios de siglo. La fotografía en ocasiones de un marcado tono grisáceo, como la ciudad, y otras veces más cálido se combina en algunos momentos con la edición, con imágenes relentizadas y la música creando verdaderas joyas. Si hay algo que os llamará la atención de Peaky Blinders es su música. La elección de Red Right Hand de Nick Cave (una de mis canciones favoritas de este artista) como tema central ya os puede decir algo, pero toda la serie está ambientada con la música de este cantante inglés, así como la de Jack White, ya sea en su época en los White Stripes como en solitario. Guitarras eléctricas que, tal vez, no tengan mucho sentido en una serie de los años 20, pero con una armonía y letras que encajan a la perfección con lo que están sintiendo los personajes y con las escenas y se convierten en marca de estilo propio de Peaky Blinders.
Una cosa que a mí me gustó especialmente fue el cuidado con los acentos. La forma de hablar de Birmingham es muy característica y cerrada, como siempre me decía mi profesor de inglés "Puedes tener tu licenciatura en filología inglesa, pero cuando te sueltan en Birmingham ya puedes estar preparado que nada suena a como te habían enseñado". Estamos hablando de la clase obrera, en una ciudad situada al norte de Londres, junto a una forma de expresarse de principios de siglo que puede sonarnos extraña a los oídos, pero que es una gozada escuchar. Además, también contamos con algún que otro acento irlandés por ahí suelto. Eso es algo que, por ejemplo, a mí me hizo mucha gracia, en el caso de Grace y Tommy, ya que por un lado teníamos a Grace, la camarera irlandesa interpretada por una actriz inglesa, con su acento de Dublín, y por el otro al propio Thomas Shelby, encarnado por Murphy, irlandés de pura cepa, deleitándonos con un cerrado acento inglés.
La historia se desarrolla en una especie de partida de ajedrez entre Tommy Shelby y el Inspector Campbell a lo largo de los 6 episodios. Vemos los puntos fuertes de cada uno y los débiles. Su honor, o la falta de él, a la hora de enfrentarse a sus batallas y a lo que cada uno estaría dispuesto con tal de conseguir sus objetivos. En algunos momentos la trama nos sorprende y en otros puede parecer que va más lenta, sobre todo por todo el hincapié que hace en el dolor provocado por la guerra en estos hombres, que puede considerarse la segunda trama de Peaky Blinders. Aunque puede que sí que haya habido algo que me ha parecido algo forzado en la historia, y es la trama romántica que también le han querido dar a Tommy y que, en mi opinión, si no hubiera estado la serie no habría sufrido nada, pero sí es verdad que, por otro lado, ayuda a la creación de la rivalidad personal entre Campbell y Thomas. Sin embargo, sea como sea,el último episodio os dejará con ganas de más, muchas ganas, especialmente por ese final abrupto que tiene.
El jueves 2 de Octubre se estrena en Reino Unido la segunda temporada de Peaky Blinders que contará también con Tom Hardy en su reparto. Son muchas las ganas que tengo de ver como continúa la historia de Thomas Shelby y ver como todo el clan Shelby sigue enfrentándose a la mano que les ha deparado las cartas de la vida. Menos mal que he visto la serie ahora y no hace un año, porque no sé yo como habría llevado la espera.
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